lunes, febrero 24, 2014

Falleció Don Carlos Páez Vilaró

En la mañana de este 24 de febrero, en su “Casapueblo”, dejó de existir el nonagenario artista plástico.

El "maestro", como mucha gente le decía, o  Don Carlos, como le decíamos otros, respetuosamente, murió en Punta Ballena, donde había elegido vivir hace varias décadas y donde tenía su atelier, su galería y acaso su mejor obra, la que mostraba orgulloso a cuanto extranjero llegaba.

Páez Vilaró había nacido en Montevideo, el 1º de noviembre de 1923, hijo del matrimonio compuesto por Miguel Páez Formoso y Rosa Vilaró Braga, integrantes de una de las más antiguas familias del país.
Su padre, el doctor Miguel A. Páez Formoso, fue eminente abogado, autor de varios libros sobre historia americana, redactor de la Constitución de la República (1917), catedrático de economía política y derecho en la Facultad de Derecho y catedrático de Ética, Historia, Filosofía en la Universidad de la República.
Marcado por una fuerte vocación artística partió en su juventud a Buenos Aires, donde se vinculó al medio de las artes gráficas, como aprendiz de cajista de imprenta en Barracas y Avellaneda. A su regreso al Uruguay, en la década del 40, se siente motivado por el tema del candombe y la comparsa, vinculándose estrechamente a la vida del conventillo "Mediomundo", y entrando de lleno a manifestarse en el campo del arte.
Pinta decenas de cartones, compone candombes para las comparsas lubolas, dirige sus coros, decora sus tambores y actúa como incentivador de un folklore que en ese momento luchaba por imponerse contra la incomprensión.
Inicia luego un largo viaje que lo lleva primero a Brasil, luego a Senegal, Liberia, Congo, República Dominicana. Haití, Camerún, Nigeria…
En ese periplo pintó centenares de obras, realizó múltiples exposiciones y dejó su sello en enormes murales.
En toda su vasta trayectoria de realizaciones y a pesar de los viajes y los cambios experimentados en su pintura durante mas de sesenta años de acción, el artista mantuvo con firmeza su lealtad al tema afro-uruguayo, al que le sigue dedicando las mejores horas y siendo partícipe en las medidas de sus posibilidades de cada llamada.
En decenas de reportajes y entrevistas ha mencionado a la vedette Martha Gularte, a Pirulo, gran bailarín, al escobero Triki triki, con quienes desfiló por primera vez en 1950 siendo parte de la comparsa “añoranzas negras”.
Además de su pintura, cerámica y toda su arte que incluye la publicación de catorce libros y hasta la filmación de tres películas, don Carlos decía tener más de cien candombes compuestos y registrados en AGADU, de entre los cuales Ruben Rada eligiera “arrorró mi negro” para incluirlo en uno de sus discos.
El conventillo "Mediomundo", punto de arranque de su obra, fue demolido y con él, su riquísimo historial. Páez Vilaró, radicado finalmente en Punta Ballena, tenía su taller en su Casapueblo, la que denominaba su "escultura habitable", modelada con sus propias manos desde la década del 60 sobre los acantilados que miran al mar en Punta Ballena.
Estuvo casado tres veces, con Madelón , con Verónica y con Annette.
Madelón es la madre de sus tres hijos mayores, Carlos Miguel, (el sobreviviente de los Andes), Agó,( pintora) y Beba . La alemana Annette es la madre de sus tres hijos menores, Sebastián , Florencio y Alejandro.